Cada correo electrónico genera un impacto ambiental, ya sea al enviarlos, recibirlos o almacenarlos, según la investigación realizada por Mike Berners-Lee en su libro titulado “La huella de carbono de todo” publicado en 2022, menciona que los correos electrónicos generan dióxido de carbono (CO₂).
Por ejemplo: Los correos de spam generan 0,3 g de CO₂, los correos electrónicos normales generan desde 4 g de CO₂ y los correos más extensos con imagen o archivos adjuntos generan 50 g de CO₂. El autor también menciona que en una empresa aproximadamente un usuario genera 135 kg de CO₂ en 1 año.
Lo que contamina en sí son los gramos de dióxido de carbono (CO₂) generados por los centros de datos y grandes servidores que ayudan a dar soporte en internet y donde se almacena la información a la que podemos acceder (en este caso los emails).
Así como la energía que hace que funcionen los dispositivos electrónicos y la alimentación a las redes inalámbricas.
Suena alarmante, ya que la mayoría de la población tiene cientos o miles de emails almacenados, donde también es muy común que involuntariamente nos lleguen correos masivos como son los spam o correos no deseados.
¿Por qué recibimos correos de spam o
correos no deseados?
Usualmente, los correos electrónicos son añadidos a listas sin nuestro consentimiento por parte de empresas al querer promocionar algo como parte de su marketing, también la dirección del correo se pudo haber compartido o vendido por un tercero, o pudo haber sido obtenido mediante la suscripción a un servicio o compra en línea donde por lo general solicitan un correo.
Los correos filtrados que nos llegan a spam o correo no deseado también pueden ser peligrosos, ya que algunos correos tienen archivos con virus. Además de que pueden ser phishing, un tipo de estafa donde se hacen pasar por alguien más u organizaciones con el fin de engañar a las personas para que manden su información personal.
Si quieres saber más sobre este tema te invitamos a leer nuestro blog “No Muerdas el Anzuelo: Las Tácticas Más Comunes de los Hackers” dando clic abajo.
¿Cómo ayudar a reducir nuestra huella de
carbono en los emails?
Te dejamos algunos pasos a seguir para que contribuyamos a reducir el impacto generado:
Elimina los correos que consideres innecesarios.
Da de baja las suscripciones de correo de plataformas que no utilices.
Cancela las suscripciones de anuncios de empresas en las cuales no estés interesado, ya que envían correos masivos con el fin de promoción.
Revisa el apartado de spam (correo basura) o correo no deseado, elimina los correos que no sean importantes y denúncialos como spam.
Evita enviar un correo a todos tus contactos y hazlo únicamente cuando sea muy necesario.
Envía enlaces de documentos en lugar del archivo.
No añadas la firma en imagen predeterminada del correo.
“Si bien la huella de carbono de un correo electrónico no es enorme, es una excelente ilustración del principio más amplio de que eliminar el desperdicio de nuestras vidas es bueno para nuestro bienestar y bueno para el medio ambiente.” - Mike Berners-Lee.
Aunque parezca sorprendente que virtualmente podamos contaminar, la contaminación digital es una realidad, por lo que usar estas herramientas de comunicación que ofrece la tecnología de una manera responsable y no en exceso, ayudará a la reducción de nuestra huella ecológica y aún mejor si se suman muchas más personas a hacerlo.
Referencias
Berners-Lee, M. (2022). La huella de carbono de todo. Editorial Greystone Books
Bitdefender (2024). ¿Aumento repentino de correos spam? Cómo acabar con el Spam. Bitdefender. Recuperado de https://www.bitdefender.es/consumer/support/answer/86525/#:~:text=Su%20direcci%C3%B3n%20de%20correo%20electr%C3%B3nico%20ha%20sido%20compartida%20p%C3%BAblicamente%2C%20filtrada,la%20utilizan%20para%20enviar%20spam
Sarah Griffiths (2020). Por qué tus hábitos en Internet no son tan limpios como crees. BBC. Recuperado de https://www.bbc.com/future/article/20200305-why-your-internet-habits-are-not-as-clean-as-you-think
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