En estos últimos años la tecnología ha avanzado a pasos agigantados y ha evolucionado significativamente, esto siempre ha provocado una pregunta ¿Podrán las máquinas generar conciencia? Aunque hay opiniones divididas al respecto, en la actualidad existe algo que podría acercarse a este panorama, la ciberseguridad cognitiva, la cual se caracteriza por aprender, razonar y optimizar procesos.
Del 2015 en adelante la ciberseguridad cognitiva se empieza a tomar como opción viable, esta se basa en la cognición del ser humano, es decir, intenta imitar el funcionamiento del cerebro por parte de los modelos computarizados que dotan a la seguridad para que aprenda, identifique y se adapte a las singularidades de cada nuevo ataque o vulnerabilidades que tendría un humano y que un atacante podría aprovechar.
Para lograrlo, utiliza tecnologías con inteligencia artificial, que son sistemas de autoaprendizaje capaces de analizar una gran cantidad de datos estructurados y sin estructuras, así como tendencias de seguridad que se convierten en conocimiento aplicable y capaces de detectar patrones de amenazas, basados en estos datos dan soporte a los sistemas cognitivos con el máximo nivel de contexto y precisión, dando como resultado respuestas más rápidas.
Sus fuentes de alimentación son los datos estructurados tradicionales, la información, que puede dar más soluciones y obtenerse de correos electrónicos, procesadores de texto, PDF, imágenes, videos, audios y publicaciones en redes; a partir de esto se genera una base de conocimiento la cual da como resultado un sistema más inteligente, ayudando así a tomar mejores decisiones y una mejora continua del sistema de ciberseguridad.
Algunos ejemplos de estos servicios son los Chats Bot o Project Havyn, un asistente de voz creado por IBM para ser una herramienta de apoyo para los profesionales de la seguridad informativa. Un asistente que sirve para anticipar ataques y amenazas a empresas, gobiernos, e incluso personas, esto en cualquier parte del mundo.
Si bien las máquinas no pueden generar conciencia por sí solas, si pueden tomarla de la información que los humanos le brindamos para así ser un aliado y evitar todas esas brechas cognitivas que no alcanzamos a ver, a medida que la tecnología evoluciona, las empresas e instituciones se enfrentan a nuevos desafíos en materia de #ciberseguridad. Y si el entorno digital cambia drásticamente todos los días, por qué no la forma de protegerlo.
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